En México, casi todo mexicano intenta darle la vuelta a las leyes e ignorar los reglamentos y ordenamientos que rigen nuestra vida en común. Entre más grande es una comunidad, más necesidad hay de que dichas leyes sean respetadas, ya que la ley es la que garantiza un marco de convivencia pacífica entre todos.La aplicación de la ley en nuestro país es laxa por muchas razones: por falta de vigilania en la aplicación de las mismas, porque pocos conocen los reglamentos, que por ejemplo, se aplican en una ciudad, porque en las escuelas no enseñan los mínimos conocimientos de civismo con los que deberíamos salir equipados al terminar la primaria o la secundaria.
Así, todo mundo se siente con derecho a tirar un papel en la vía pública, a tirar escombro enfrente a la casa del vecino, a hacer obra y dejar los materiales sobre las banquetas que son de todos, a grafitear la pared de una casa que alguien pintó con esfuerzo, a cortar los árboles de manera criminal “porque tiran basura”, a construir edificios que violan la normatividad , a invadir la zona de banquetas con construcciones y robar terreno a la ciudad. La lista puede ser interminable. El problema es que quien debiera aplicar la ley y poner el ejemplo de un estricto cumplimiento de la misma, las instituciones gubernamentales, violan, omiten y pasan por encima de leyes y normas impunemente; y lo peor, constantemente.
Ahí tenemos ahora el caso de la obra que por puntadas de fin de sexenio y para darle gusto al júnior del que está a punto de dejar de ser el más poderoso político de nuestro estado se está realizando en el “Parque del Arte”, violando los usos de suelos marcados por las mismas autoridades en el Periódico Oficial del 13 de septiembre de 2004, y en donde dice: "Las leyes, decretos y demás disposiciones de caracter oficial son obligatorias por el solo hecho de ser publicadas en este periódico." En dicho periódico se ordenan los usos del suelo de lo que queda de la Reserva Atlixcáyolt y se establece que dicho parque es el remanente del parque metropolitano y se etiqueta su uso como área verde en espacio abierto. En el periódico se prohíbe se construya en dichos espacios: "canchas, albercas o pistas deportivas profesionales y elementos techados para hacer deporte". Para eso dejan el rubro de “Espacios Deportivos”, de los cuales aún quedan muchas hectáreas abandonadas y llenas de basura en la reserva, abandonadas a propósito para ilusión del último negocio que quisieran hacer muchos de esta administracion antes de partir. Pues bien, cuando a Puebla Verde tramitó la custodia y el rescate del Parque del Arte en 2003, las autoridades nos refirieron al municipio de Puebla para tramitar todos los permisos de construción del mismo: nos exigieron entregar el proyecto definitivo de dicho parque. Así lo hicimos y todo quedó plasmado en el proyecto sellado y autorizado por el municipio de Puebla, y las copias fueron entregadas en las oficinas de la dirección del Fideicomiso Atlixcáyotl.
Conservamos copia original de las bitácoras de obra, fotos y memorias de toda la construcción del parque, cuyo costo total fue de 7.5 millones, seis millones aportados por el fideicomiso y uno y medio millones por Puebla Verde, según lo estipulaba el contrato que firmamos. Se construyeron tres lagos con geomembranas que en esa época costaron 600 mil pesos,con un descuento del 50 % que nos hizo la empresa de Monterrey que la colocó, por tratarse de una obra realizada a favor del medio ambiente y por un patronato civil. El parque quedó terminado y sólo necesitaba, como cualquier parque del mundo, tiempo para que los árboles crecieran.
Ésa es la riqueza mayor de un parque: árboles adecuados al clima del espacio donde se siembran. Por supuesto, un parque puede tener andadores y se puede correr en ellos sobre pistas blandas. El Parque del Retiro en España, Central Park en Nueva York, Chapultepec y Coyoacán en México; en todos hay gente corriendo, pero ninguno de ellos exige lockers para guardar sus cosas, regaderas para bañarse, o pistas de tartán para que no se les lastimen sus rodillitas; eso es tema de los espacios deportivos profesionales. En todo caso, el uso del suelo del Parque del Arte está fijado en el Periodico Oficial y en oficio del 28 de marzo de 2008. Se vuelve a ratificar en oficio, claro, y así se lo indican a Javier García Ramírez y a todos los funcionarios que tienen que ver con el asunto en oficio del 29 de julio de 2010, las oficinas centrales de Sedesol. Javier García Ramírez ha iniciado desde hace más de un mes una obra millonaria de 14.7 millones de pesos para construir SOBRE dos de los lagos del Parque del Arte una cancha profesional de futbol, una de futbol rápido y una pista de tartán de 300 metros. Para hacerla ha derribado todos los árboles que quedaban de la siembra original de Piña Olaya, los más antiguos sobrevivientes a los destrozos que por años hizo el gobierno sobre ese terreno.
También desbarataron con una motoconformadora el lago tres, arrojando los peces al drenaje y levantando y rompiendo la geomembrana.
Antier se disponían a hacer lo mismo con el lago dos, en donde inocentemente todavía nadaban los pescados antier, aunque ya una bomba enorme estaba vaciando el agua hacia la coladera de Boulevard del Niño Poblano. Todo eso lo pudieron constatar la diputada del PAN por San Andrés Luana Amador, y los medios que nos acompañaron ahí el viernes por la mañana. Javier García Ramírez se ha comportado como jeque todo el sexenio, y ésta no es la excepción. No cuenta con un solo permiso para hacer la obra que está haciendo. No sabemos si la licitó, no sabemos quién es el constructor; está derribando árboles sin permiso, construyendo por sus puros pantalones su última “obrita de sexenio”. Nadie más obligado a cumplir con la ley que las autoridades.
El permiso lo empezaron a tramitar el lunes. ¿En dónde creen? En San Andrés Cholula, a pesar de que durante todo el sexenio se han negado a reconocer a los presidentes de San Andrés como autoridades en esa zona. Vaya gol que le quisieron meter a David Cuautli. Él tiene ya los oficios que menciono en sus manos. El está obligado a respetar la ley, y lo hará. Pero mientras tanto, ya Javier y su prepotencia destruyeron un tercio del parque violando la ley, como acostumbra hacerlo. Y eso que Marín les pidió a sus funcionarios que no hubiera "año de hidalgo". ¡Claro que no, nada más eso faltaba! ¡No fue año, señores, fue sexenio!
Consumo Ciudadano
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