martes, 20 de julio de 2010

El consumismo en la sociedad española:

Aunque a simple vista pudiera parecer lo contrario, los hábitos consumistas en nuestra sociedad es un fenómeno relativamente reciente. Los mas jóvenes hemos nacido en este ambiente y los adultos se han habituado a cambios significativos en sus pautas de consumo.

La Televisión, tan vinculada al fenómeno consumista, no inició su andadura hasta finales de los años 50 y tardó más de una década en extenderse. España, sumida en una autarquía, vivió prácticamente una situación de economía de subsistencia hasta la erupción del denominado «desarrollismo», durante los años sesenta. La incomunicación con los países europeos en la que nos sumió la dictadura fomentó el que lo americano adquiriera un fuerte prestigio y se convirtiera en un modelo a imitar, conocido como el «American way of life». El cine de Hollywood y la influencia norteamericana sobre la industria cultural, fundamentalmente audiovisual, marcaron nuevas pautas de comportamiento.
El desarrollismo abrió una etapa en la que, por primera vez, muchos españoles y españolas de diversos estratos y capas sociales, tuvieron acceso a bienes y servicios que hasta ese momento les habían estado vetados.




El fin de la dictadura, la consolidación de la democracia y el ingreso en la Comunidad Europea fueron hechos históricos que derribaron los muros que nos separaban de Europa y originaron que, en menos de veinte años, la sociedad española se aproximara al ritmo de vida y a las coordenadas de los países de nuestro entorno.
El efecto uniformador de la televisión, el control del mercado por parte de las multinacionales y el mayor contacto con los centros emisores y difusores de los hábitos del consumo y de la moda han propiciado que, en pocos años, la austera sociedad española se haya convertido en el ámbito consumista que padecemos.

«Usar y tirar» La adquisición de lo superfluo se ha convertido en norma aunque, a veces, sea perjudicial para la salud o para el medioambiente. La adquisición convulsiva de las últimas novedades del mercado (ordenadores, compacts discs, automóviles, etc.) está estrechamente vinculada a las aspiraciones de los jóvenes que, si bien prolongan sus estudios y ven limitadas sus posibilidades de acceder al mercado laboral, han adquirido tempranamente hábitos consumistas, en virtud de los cuales, no vinculan su incorporación a la vida productiva con su exigencia de disponer de bienes y servicios.

Toda persona consumista es, por definición, un inmaduro o inmadura, incapaz de elegir libremente y esclavo de unos hábitos que lo convierten en un juguete manipulado por intereses espurios.

Consumo Ciudadano

No hay comentarios:

Publicar un comentario