
A finales de 1980, la NASA y la Asociación de Contratistas del Paisaje de América (ALCA) realizaron un estudio de 19 plantas de interior en un intento de encontrar la manera de purificar el aire para estadías prolongadas en estaciones espaciales en órbita. Las pruebas se realizaron en una cámara sellada que contiene contaminantes tales como el formaldehído, el benceno y el tricloroetileno, comúnmente presentes en el aire interior debido a las pinturas, barnices, aislamiento, madera prensada, adhesivos y otras fuentes.
Lo que aprendieron en el espacio exterior puede ser aplicado a tu espacio interior también siguiendo este ecotip. Muchas de estas plantas están adaptadas a los climas tropicales y crecen en condiciones de poca luz. Tienen que ser súper eficientes en la captación de luz, así como en el procesamiento de los gases necesarios para la fotosíntesis. Debido a estos rasgos, tienen un mayor potencial para la captura de otros gases, incluyendo los dañinos.
Consumo Ciudadano
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